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La escritura es una forma de conocimiento

Foto del escritor: Nomad ProjectNomad Project

Actualizado: 13 may 2020



Por Amadeus A. Longas

Artista y escritor

Coordinador workshop Palabra Diluida







Amadeus A. Longas, Metáfora, 2013.





La escritura como las palabras implican una movilidad libre en el pensamiento, el acto creador de repensar y diluir las ideologías, los arquetipos, los modelos; y donde el pensamiento reflexivo de quién escribe, constituye un collage singular de su mundo interior y del imaginario que nos concede la naturaleza de las cosas y su lugar en el universo.


El lenguaje nos permite consignar lo que sabemos sobre la realidad y el mundo, lo cual a su vez puede llevar a conservarlo, compararlo y transmitirlo a través del tiempo y el espacio; revivirlo en la extrañeza que nos otorga lo distante, lo finito y lo callado.

Los límites de nuestro lenguaje son los límites de nuestra mente y solo hay mundo donde hay lenguaje. Escribir, en pocas palabras, es generar conocimiento.


Gianni Rodari, conocido por sus aportes a la pedagogía y su obra «Gramática de la fantasía» confía en el poder liberador que pueden tener las palabras. «No para que todos sean escritores o artistas, sino para que nadie sea esclavo», subraya, y entiende tanto la «creatividad» y la «escritura» como «sinónimos de pensamiento divergente», en contra del pensamiento convergente en el que toda causa implica un efecto y para cada problema hay una solución en lugar de muchas posibles.



En la proximidad que deriva nuestro presente, lo visual se manifiesta de forma violenta y las imágenes ganan terreno como eje referencial de la comunicación en su conjunto; recreando una vaga estructura de artificios, donde prima más el exceso y lo superfluo que el entendimiento y el pensamiento crítico.


El hombre, fragmentado, se condena y se anula en esa alienación que entraña la red de lo «aparentemente» fijo o estable.


El lector actual es un lector no atento, con una memoria desgastada, y con propósitos limitados a la hora de recibir un mensaje.


La morosidad propia de la escritura y la lectura han sido sustituidas por la inmediatez y la simpleza; y si leer y escribir son formas del conocimiento, nuestro conocimiento se está desvaneciendo al igual que nuestra memoria, confinadas al poder, relegadas a la nulidad y el ensimismamiento.


Esa lectura pasiva no deviene de una característica inherente a la escritura sino a la incapacidad actual del individuo, de percibir todas las diferentes perspectivas de un discurso en su primera percepción; aperturas fundamentales para filtrar el hermetismo que promueven las masas y para incentivar la deconstrucción y el cambio, en aristas tan sensibles y necesarias como la educación, el arte y la cultura.






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